viernes, 19 de abril de 2013

S/T



Otorgo mi carne, efímero espectador al borde del abismo. Otorgo mi carne, presa de un mutismo abrazador.

Otorgo lo que de mi queda arrinconado en las entrañas
de un anhelar fortuito, balcón aturdido de cantares medievales.

Ya me pesan mis palabras que antaño vomite.
¿Y cómo hacerte saber que ya no soy aquellas porciones?
¿Cómo hacerte consciente de aquello que ya no soy?
¿Cómo germinar la semilla de mi vacuidad en lo cotidiano
que aún te contiene?

¿Cómo nacer de nuevo frente a lo ajeno?
¿Cómo lograr que me veas en la ausencia de una pulcritud
esclavizada, alienada del compromiso obligado y trivial
que alimenta nuestro presente?

Apenas murmuro lo que de mi brota.
Apenas, soy lo que me queda, suficiente para la exigencia…



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