sábado, 26 de marzo de 2011

X

¿Estás despierto compañero?
¿Cuánto espacio ha pasado entre nuestras reservas?
Hay tanto que murmurar en el enigma de las cenizas.
Quiero decirte, no me veas como aquel que fui.
No me veas junto al circo de antaño, aquel que vistió mi nombre.
No me veas, no me pretendas redimido, no me esperes anhelante.
La desesperación invade mis entrañas día a día.
Soy el fervor de un tiempo que no despierta dentro de si.
Soy el honesto sicario de su propia libertad.
Mi fatalidad, me honra frente a ti.-

VIII

He llegado a un final. Un efímero final.
La estampida de mis pensamientos lo señala.
¡La poesía es ingobernable!

Parió mi ombligo el estado in-alcanzable.
Tu silencio me demuestra lo precario de la acción desperdiciada.
Una accion cobarde, cobarde de si misma.
¿Cuánta danza otorgas diariamente al cúmulo de fatalidades?
¿De qué temor murmuran tus lenguas pretenciosas?-