miércoles, 29 de febrero de 2012

II


¿Escuchas en lo callado del desierto los latidos de aquel que sueña?
El que sueña el sueño de todos los sueños.
¡Oh! Es que tú y yo todavía no hemos callado.
¿Cómo esperas escuchar entonces el crujir de mis lágrimas en los océanos de la esperanza?-
LXII


¡Hombres!, no busquéis en las moradas de lo irremediable
el grito de la conquista.
Acaso, ¿sois algo más que la propia pregunta?
¡Caminad descalzos por entre las brasas de la incertidumbre y la quimera!-
I


¿De dónde nos iniciamos?
¡Ay! Oquedad primordial.
XX


Sometido a la polución verbal proveniente del anonimato.
¿Anonimato? ¿Falso remedio que promete pulcritud?
¿Acaso la palabra formula terribles necedades por el simple placer de hacerlo?

Dime, o verbo inalcanzable que trasciendes mil llanuras,
el enmarañado patrimonio de nuestro ser ¿es gracia divina o apenas resentimiento?

Forjando multitudes en la ausencia del follaje etílico.